Ayer abrí un bote de tomate triturado porque necesitaba un poco y como siempre me sobró un montón. Como sigo con mi vena artística-cocinera, pelé unos ajitos y freí el tomate. Hoy lo hemos usado para cenar, junto con unas albóndigas. Estoy superorgullosa de mi misma. Hace unos meses habría acabado el tomate (sin freir por supuesto) junto con unas florecitas sospechosas que le habrían salido en el cubo de la basura.
Nunca es tarde cuando la dicha es buena.
Ahí está mi chica!!!
ResponderEliminarComo dicen en tu tierra, poquet a poquet.
Besitos!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!